Nosotros todos sabemos que los juegos de azar tienen la historia muy profunda. La humanidad los usa muchos siglos de manera continua para disfrutarse y sentirse esta sensación de la suerte. La mayoría de la gente definitivamente asocia tan juegos con tragaperras o tragamonedas (en inglés “slots”).
Cuando imaginas algunas cosas relacionadas con la palabra “casino”, te aparecen ilustraciones con salas amplias, mesas llenas con fichas y gente alrededor, ruidos y risas altos. O quizás son las salas con centenas de máquinas tragaperras en filas, la gente sentándose y jugando allá. Estos aparatos son muy fáciles a jugar. Solo necesita insertar una moneda y mover la palanca para ver, como se giran rodillos de tus ganancias posibles.
Pero ¿cómo aparecieron esas máquinas y por qué son tan popular entre los tipos de juego?
La historia de la creación y el desarrollo de las máquinas tragaperras es rica y variada, junto con el enorme éxito y la revolución producida en el mundo del juego, también ha habido épocas oscuras. Probablemente, no haya una sola persona que no haya visto una máquina tragaperras, una de cada tres personas ha jugado a una al menos una vez, pero poca gente conoce la historia de las máquinas tragamonedas o, como también se las llama, slots.
En inglés “slots” se significa un hueco pequeño, adonde metes una moneda para jugar. Para la gente hispanohablante, la palabra “tragar” es comprensible en este caso, pero ¿por qué perras? Se llaman vulgarmente las monedas en España con la imagen de león.
En 1897, el mecánico de automóviles más ordinario y anodino de San Francisco, Charles Augustus Fey, inventó un dispositivo que tenía el efecto de hacer estallar una bomba en el campo del entretenimiento del juego. Esta máquina recibió el ruidoso nombre de Liberty Bell y se ganó al instante el amor y el reconocimiento de todo el mundo. La tragaperras tenía tres carretes con solo cinco símbolos. Como la máquina se accionaba y paraba con una palanca, era fácil hacer trampas. Por lo tanto, el importe máximo de las ganancias era de solamente 50 céntimos. Debido a la palanca en forma de mano, la máquina tragaperras recibió el apodo de "bandido de un brazo".
Varias empresas lanzaron una serie de tragamonedas que no se diferenciaban de la "Liberty Bell" en el diseño, pero tenían diferencias en la apariencia. La producción de máquinas tragaperras comenzó a aumentar día a día, debido a la gran demanda de las mismas.
Y no hay nada sorprendente en el hecho de que la creciente popularidad de los "bandidos mancos" haya provocado la aparición de opositores a todo el segmento de la corriente del juego. Y aquí ya en 1909 entró en vigor una prohibición de la colocación de máquinas tragaperras en todos los establecimientos de juego en San Francisco, Nevada, y un poco más tarde los slots salieron los establecimientos de juego en California.
Estas prohibiciones y restricciones no podían dejar de tener un impacto negativo en el desarrollo del mercado de los aparatos. Tal estancamiento duró hasta 1964, cuando salió revolucionaria en todos los sentidos la máquina "Money Honey". Ella presentaba una serie de diferencias significativas con respecto a sus predecesoras. El diseño cambió radicalmente, en lugar de resortes, ahora había electrónica, había diseño de luz y sonido, la posibilidad de hacer diferentes apuestas. Lo más importante había un acumulador de monedas para el pago de premios en efectivo.
Bally Manufacturing con su Money Honey empezó a introducir componentes electrónicos en la fabricación de máquinas tragaperras: generadores de números aleatorios (GNA) en lugar de carretes que giran manualmente, juego de múltiples monedas y líneas de pago, pantallas de vídeo. Hoy en día, esta tecnología se utiliza en casi todas las máquinas modernas, incluidas las que tienen carretes giratorios. Al arrojar monedas, el jugador elige el número de créditos que quiere emplear. Cuando se pulsa un botón del teclado de la máquina o tira de una palanca prevista en algunos modelos, el procesador del juego convierte los resultados del GNA en símbolos que aparecen en la pantalla. Como resultado, la máquina paga los premios de las combinaciones ganadoras.
Gracias a la electrónica, los slots han cambiado radicalmente, pero han conservado el aspecto tradicional que las ha hecho populares.
En general, el funcionamiento de las máquinas tragamonedas no ha cambiado desde su invención a finales del siglo XIX hasta principios de la década de 1960. En primer lugar, el jugador introduce una moneda. La moneda desbloqueó una palanca en el lateral de la máquina. Se tira entonces de la palanca para desenrollar los rodillos. Los carretes, con los símbolos aplicados a ellos, se paraban uno a uno. Después de las primeras mejoras, los rodillos empezaron a pararse uno a uno de izquierda a derecha. El proceso mostró a los jugadores que los carretes giran individualmente, haciendo el resultado menos predecible y el juego más lúdico. Los agujeros de las placas del interior de los rodillos coincidían con los símbolos. Si aparecía una combinación ganadora en los rodillos, los agujeros se alineaban en un orden determinado, activando el pago de las ganancias.
La máquina estándar de tres carretes tenía originalmente 10 símbolos en cada carrete y el número de combinaciones posibles era de 1.000 (10 x 10 x 10). Una de las primeras innovaciones fue también un carrete de 20 símbolos. Con 20 símbolos en cada carrete, el número de combinaciones en las máquinas tragaperras se elevaba a 8000 (20 x 20 x 20), lo que aumentaba la oportunidad de ganar y los pagos correspondientes.
En 1975, se produjo una revolución en el mundo de las máquinas tragamonedas. Walt Fraley y su amigo inventaron el videojuego "Fortune Coin", que no ganó popularidad inmediatamente. Muchos jugadores no querían aceptar los rodillos virtuales de la nueva tragaperras. Se lanzan nuevas máquinas. En 1979, se inventa una máquina de video póker, lo que impulsó el aumento de la popularidad de los slots de video.
Desde principios de los años 80, se introducen regularmente innovaciones en los slots, nuevos juegos de máquinas, combinaciones de jack pots de niveles estatales y luego nacionales. Con la última innovación, las ganancias se han disparado hasta alcanzar proporciones gigantescas: ¡algunos botes recientes han alcanzado decenas de millones de dólares! Y hoy en día es imposible encontrar una máquina tragaperras sin un juego de bonificación.
En 1997, International Game Technology (IGT) inició la tendencia moderna de crear tragaperras basadas en temas de la cultura popular. La máquina tragaperras Wheel of Fortune se basó en el programa de televisión estadounidense del mismo nombre. Durante la ronda de bonificación, la tragaperras mostraba imágenes y reproducía sonidos del espectáculo. A partir de 1998, la empresa comenzó a lanzar tragaperras con temática de celebridades, siendo la primera la de Elvis. Con esta tendencia, los creadores continuaban a originar las máquinas asociadas con gente famosa, películas y programas de la televisión populares, videojuegos y eventos históricos.
El auge de Internet a mediados de la década de los noventa cambió el sector del juego. La historia de las tragaperras en línea se remonta a 1994, cuando el estado de Antigua y Barbuda firmó el Acuerdo de Libre Comercio del Caribe. Este documento permitió a empresas de todo el mundo abrir legalmente casinos online. En 1995, se abrió el primer operador en línea, Gaming Club.
La llegada de tales casinos hizo que ludos como las máquinas tragaperras tuvieran que jugarse de forma diferente. Ya no era necesario desplazarse a kilómetros de distancia para acudir a los casinos habituales. En cambio, los jugadores podían disfrutar de las máquinas tragamonedas gratis desde la comodidad de sus hogares. El carrete virtual le permite jugar con grandiosas probabilidades y grandes botes. Las ruedas de bonificación y los bonus plays ofrecen a los jugadores premios adicionales para mantener su interés
Microgaming desarrolló la primera máquina de vídeo en línea. Esta variante se encontraba entre los 18 juegos de tragamonedas ofrecidos por el primer sitio de apuestas en línea. Hoy en día, hay muchos casinos online en los que las máquinas slots son un juego promocional. Debido a la enorme popularidad de las tragaperras en línea, los sitios están superando a los casinos terrestres en términos de beneficios y participación.
Anteriormente, las máquinas tragamonedas online sólo tenían símbolos básicos, carretes y diseños que imitaban a sus homólogas terrestres. Gracias a los avances en la programación informática, la máquina moderna tiene temas atractivos, diseños vibrantes, historias emocionantes, símbolos innovadores, rondas de bonificación fascinantes, más de 5 carretes y características especiales originales. Hay muchos juegos de casino gratuitos. Un número creciente de desarrolladores de software está creando más de 2.000 variantes de tragaperras disponibles. Sin embargo, el sector actual del juego online se caracteriza por la existencia de una gran cantidad de desarrolladores de slots. Estos providers compiten creando un sofisticado software que soporta diferentes títulos de slots.
¿Y por qué los slots en línea se desarrollan y sustituyen ros rodillos tradicionales? La respuesta es simple – el progreso. Hay muchas cosas que hacen video slots populares entre gamblers en el mundo.
Es un hecho innegable que los juegos de casino gratis y con dinero en línea están sustituyendo gradualmente a los establecimientos de casino clásicos. La popularidad de las actividades a distancia en muchos ámbitos de nuestra vida no hará más que aumentar.
La popularidad de las tragaperras entre los jugadores de casino siempre ha generado y seguirá generando historias interesantes.
Las historias son divertidas, y para cada uno que juega en slots, hay una única experiencia personal.
La vida de casino no puede imaginarse sin los famosos bandidos mancos, que se han arraigado en la cultura del juego de masas. Cada vez que pulsamos el botón de girar en un sitio web de tragamonedas de vídeo, experimentamos una pequeña fortuna que puede convertirse en un cambio dramático en nuestras vidas con grandes ganancias. Pero siempre debes recordar girar los carretes con cuidado, porque un bandido así puede robarte fácilmente.